domingo, 25 de octubre de 2015

Carrusel rolero: Lo que no vendo

Nunca antes había escrito para el Carrusel Rolero pero, ahora que la iniciativa ha resucitado y el tema de este octubre me toca la patata, puede ser el momento.

Más información acerca del Carrusel Rolero aquí.

El anfitrión del Carrusel de este mes es Calaboso desde el blog Rol de bones; y el tema es "Lo que no vendo".

Igual que en aportaciones de otros blogs, la mía va a ser cuál de mi material rolero no vendería. ¡No vendería nada! Soy un coleccionista acaparador, especialmente para los libros, y no vendo lo que tengo. Rara vez he regalado algo. Os podéis hacer una idea de lo que me supone eso en cuestión de espacio. Gran parte de mi biblioteca (en libros normales y de rol) sigue almacenada en casa de mis padres (no hay trastero más barato).

Pero imaginemos por un momento que decidiera librarme de todo lo que no uso, lo que no leo o que no tiene valor sentimental para mí. ¿Qué quedaría en mis estanterías?

D&D BÁSICO. La caja de Borrás de 1992. Es cierto que nunca le había sacado mucho partido hasta hace poco (en mi campaña Proyecto Long Stairs) y que hoy en día hay una amplia variedad de retroclones entre los que elegir el reglamento de D&D que más se ajuste a mis gustos y necesidades. Pero fue el primer juego de rol que tuve. No el primero que jugué, pero sí el primero que leí y que fue de mi propiedad. No me quedó muy claro cómo jugar hasta que contacté con un grupo de rol al año siguiente, pero la marca que dejó todavía está en el núcleo de mi carácter rolero.

PENDRAGÓN y algunos de sus suplementos. Casi todo me gusta de este juego. El reglamento, la ambientación, las ilustraciones, el estilo y los suplementos que he ido coleccionando. Sólo leyéndolo ya lo disfruto, y he disfrutado mucho arbitrándolo.

LA LLAMADA DE CTHULHU (fotocopias). De la edición 5.5 española conseguí primero unas fotocopias, encuadernadas con gusanillo, y más tarde compré la reimpresión. De esta última si me podría deshacer sin remordimientos, porque la encuadernación es bastante mala y no me aguantaría el uso continuado para partidas. Las fotocopias en cambio las tengo muy trabajadas, han aguantado mucho viaje y les he cogido mucho cariño. Un imprescindible en mis estanterías.

PRÍNCIPE VALIENTE. Otra joya de Greg Stafford. No lo he usado para jugar, pero no me desprendería de él por lo bonito que es, lo bien explicado que está y lo indie que ya era décadas antes de que floreciera el movimiento indie.

SAILOR MOON. El primer juego que me compré sólo por lo friki que era. Luego resultó que además estaba muy bien hecho. Me divertí muchísimo arbitrándolo y, aunque su tiempo ya haya pasado y quizá nunca lo vuelva a usar, no me desharé de él.

ZOMBIE: ALL FLESH MUST BE EATEN. Uno de esos manuales que me he leído del derecho y del revés, y que me ha despertado la imaginación como pocos. Además muy cómodo de leer por tamaño y encuadernación. El género zombi ya me gustaba antes de este juego, pero después de conocerlo fue una locura.



Tengo bastantes otros juegos que me dolería vender, pero quería reducir la lista al mínimo imprescindible (y ya he hecho "trampa" metiendo dentro del Pendragón a sus suplementos) y no acabar presumiendo de biblioteca rolera. El caso es que, en el fondo, no vendería nada de lo que tengo.

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